Biografía.
Llegó en 1953 a la Guaira, Venezuela. Desde Italia en un barco llamado Castel Gandolfo.
Desde su natal Módica, en la provincia Ragusa, Isla de Sicilia, cuya capital es Palermo. Se instaló en Bejuma al lado de su esposa Concetta Iurato, quien nacio en Scicli, Ragusa a solo 10 kilometros de Modica.
Luego de recibir la recomendación de un paisano radicado en Valencia, para que visitara este pueblo que recibe a quienes visitan el occidente de Carabobo. Se instaló en un pequeño local comercial, colocó en un letrero: "Zapatería Palermo" hecho con tinta para pintar suelas, con este nombre lo identificaron en toda Bejuma, a pesar de que su nombe de pila es: Rosario Iozzia D'amico.
Este personaje le dio utilidad a un baúl lleno de hormas que trajo desde Italia, como también le dio forma y destino a la determinación el deseo de progresar y por sobre todas las cosas la de ser útil, solidario y servidor a tiempo completo.
De exitoso zapatero, cumplió también la faceta de empresario cinematográfico, regentando tres salas de proyección, en una época en que el romanticismo de esta actividad dejaba mas satisfacciones que dinero.
Y fue exitoso justamente por las dotes que como persona, vieron en él los ejecutivos de la industria: dinámico y sincero. Funda uno de sus mayores orgullos: el Teatro Palermo. La sala de cine más moderna, funcional y versátil que el estado Carabobo haya podido tener.
Las suelas, tachuelas y martillos nunca las apartó. Esta actividad lo dio a conocer, gracias a ella adquirió su primera casa y lo impulsaron a preparar las condiciones para echar raíces en esta tierra bejumera. Su espíritu inquieto, los deseos de progresar y contribuir con el desarrollo de Bejuma, lo mantuvieron en constante actividad empresarial, y consagro su vida a ser un padre preocupado por inculcarle a sus hijos e hijas la honestidad, la responsabilidad y el amor por el trabajo, sin mas recompensa que la tranquilidad de conciencia.
Hoy en día la organización Hierro Palermo se ha convertido en una referencia comercial, por la planificación, el servicio, la atención, la comodidad que le brinda a todos sus clientes, proveedores, trabajadores y relacionados.
Cuenta ahora con una pagina web www.hierropalermo.com y asi dar mas comodidad y servicio a sus clientes. Es una empresa familiar que guarda y protege como su gran activo el ejemplo de constancia, la solidaridad social y al empeño tesonero que a cada momento de su vida puso de manifiesto Rosario Iozzia "Palermo".
TRADICIÓN DE LA FOGATA
En el año 1.980 fue el primero en reunir a la familia para la quema, en ese momento, de unos árboles de naranja que ya habían cumplido su función. Tiempo después, específicamente en el año 1.993, en el que se funda la empresa Hierro Palermo c.a. surge la necesidad de recoger y limpiar los alrededores del terreno que contenían material dañado, en desuso, y al ubicar todo este material en un lugar céntrico, surgió la idea de quemarlo, para así elminar todas las cosas que estaban de más, y ocupando un espacio útil.
Los 31 de Diciembre de cada año a las 12 de la media noche, se reúnen los familiares, amigos y vecinos para cumplir con la tradición del ENCENDIDO DE LA FOGATA, añadiéndole .cada año a su fuego cosas personales, como ropa, dinero y deseos para el año venidero, para que así solo queden cenizas de las cosas negativas que trajo consigo ese año, y el nuevo que comienza esté lleno de cosas buenas, éxitos y de mucha prosperidad.
LA BOTA
Otra de las anécdotas que guardaba Palermo en sus numerosas historias y que lo convirtieron en un personaje famoso fue haber confeccionado y elaborado la bota más grande de Venezuela. En el antiguo canal CVTV se difundía un programa de concursos llamado "Si resbala pierde", conducido por los hermanos José y Richard Hernández, donde anunciaban un concurso para seleccionar el zapato más grande del país. Palermo se había esmerado en elaborar una bota que mide 1 metro de alto, por 50 centímetros de ancho y 1,32 metros de largo (189) se la llevó al programa televisivo y ganó el primer premio. Esto fue un verdadero acontecimiento para Bejuma. A tal punto que la bota gigante recorrió las calles del pueblo a bordo del convertible de Don Diego Arcay. Toda una fiesta que tuvo connotación nacional.